viernes, 10 de junio de 2011

VIAJE A PERÚ I

Por fin me he decidido a publicar esta primera entrada, episodio primero de la crónica  completa.


Algunos amigos de por aquí ya lo saben, pero he realizado recientemente un viaje híbrido por el Sureste del Perú. Hasta ahora ha sido mi viaje más largo e interesante, con diferencia; cómo no, en compañía de mi mujer. Desgraciadamente, hemos perdido casi todas las fotos del viaje, por circunstancias que no vienen al caso, por lo que en estas primeras etapas del viaje tan solo podré ilustrarlas a través de vínculos de otras webs... es lo que hay. Poco a poco, nuestro magnífico guía nos está pasando sus propias fotos que hizo junto a mí durante el viaje, así como algunas que nos echó a nosotros en secreto. Menos mal.

No se ha tratado de un viaje organizado al uso, estaba organizado, pero a la carta, para mi mujer y para mí, por mi buen amigo Steve Sánchez de Peru Birding Expeditions, guía local, con gran experiencia, conocimiento del medio, historia y tradiciones, etc.

Elegimos un viaje "híbrido", ya que no todo en la vida es fauna, al menos, no para nosotros, viajando a un país con una historia tan rica, tan plagada de restos arqueológicos, monumentos y tradiciones, no podíamos mirar para otro lado e ignorar todo aquello. De modo que nos hemos sumergido un poco en la historia de la cultura Inca, pero sobre todo le hemos pegado fuerte a las aves en particular y a la fauna que se cruzaba en nuestro camino en general.

Empezaré, como es natural, por orden cronológico, empezando por nuestra llegada a El Cusco, capital del Imperio Inca, rodeada de restos arqueológicos del periodo Inca, que fuimos recorriendo acompañados de Steve, que nos fue explicando con detenimiento los entresijos de aquellas impresionantes piedras y el por qué de su colocación. No entraré en detalles sobre este tema, que es demasiado complejo y podría cometer errores en la descripción. 


DÍA 1:


Teníamos un bono turístico para todo el complejo arqueológico de la provincia de El Cusco, y empezamos por el más próximo a la ciudad, las ruinas de Sacsayhuaman, lugar de culto donde se celebra anualmente la gran festividad de origen Inca, en honor al Dios Inti, iniciada por el Inca Pachacuti, con motivo de celebrar el Solsticio de Invierno (24 de junio). Ya que estábamos al aire libre, no dejamos de mirar al suelo y al cielo, donde pudimos observar el primer Cernícalo Americano-American Kestrel (Falco sparverius peruvianus), las Avefrías Andinas-Andean Lawping (Vanellus resplendens), el incombustible Gorrión Andino-Chíngolo-Rufous-collared sparrow (Zonotrichia capensis) que solo nos dejó en la selva y un Frinfilo Platero ó Band Tailed-Sierra Finch (Phrygilus alaudinus), que ahora mismo no sabría determinar. Seguimos la ruta en dirección al resto de yacimientos, observando los mecanismos de los Incas para determinar el inicio de equinoccios y solsticios, mediante estructuras arquitectónicas en los distintos templos (Kenco, Puca Pucara, Tambomachay), la relación con el agua como elemento purificador, la representación de la cruz Andina oculta a la vista de los "conquistadores", etc. 



Entre estas ruinas, mientras observaba el paisaje y pensaba que no era tan distinto de lo que podemos ver por España (fijándome en la vegetación arbustiva, gramíneas, flores compuestas, etc. pude ver mi primer colibrí, el Colibrí Rutilante (Colibri coruscans), más conocido como Sparkling Violetear, o Colibrí Orejivioleta, que me pareció alucinante, con esos tonos azul verdosos, tonos morados, ese zumbido,... Eso si que era distinto a lo que se podía observar por aquí, aquí si se notaba la diferencia. Además, Carpintero Andino-Andean Flicker (Colaptes rupicola) y Paloma de Alas Moteadas-"Spot Winged Pigeon" (Patagioenas maculosa). 


Esa noche cenamos en Cusco, buscamos un restaurante que recomendaba la guía Lonely Planet que una buena amiga nos regaló, que resultó ser espectacular por lo abundante, rico y barato de sus platos. Yo me pedí un plato enorme (sin saberlo) con una jarra de Chicha Morada, una bebida parecida a lo que sería un zumo de mora algo diluido, pero que en realidad estaba hecha con una variedad de Maiz, nunca lo habría dicho.


DÍA 2:


Salimos sobre las 8 de la mañana, tras tomar un buen desayuno con juguito, cereales, mate de coca,... ya con las maletas hechas, rumbo al valle sagrado de los Incas, recorriendo el río Urubamba ó Vilcanota hacia el pueblo de Ollantaitambo, aunque por el camino, haríamos una parada en la ciudad de Písac, donde además de realizar una parada fugaz en su mercado tradicional, paramos a comer y pudimos probar dos productos típicos, la Cerveza Cusqueña (botellín mediano de 620ml) y el Cuy, que no es otra cosa que el Conejillo de Indias, cocinado frito... sin pelo es realmente una rata, jeje, pero está bueno. Por describir su sabor, podría decir que se parece algo al conejo... algo.


De allí, nos dirigimos a las Ruinas de Písac; se trata de un complejo del periodo Inca de gran importancia. Lógicamente era una parada en la ruta de peregrinación hacia el Cusco durante aquella época. Posee zonas ceremoniales que, entre otras cosas, se distinguen por tener una encaje perfecto de rocas enormes muy bien pulidas. Si unimos esto a que la zona se encuentra en una montaña hace más impresionante aún el conjunto. Otra cuestión interesante es que en la ladera colindante se encontraban las tumbas excavadas en laderas de fuerte pendiente, al estilo de las cuevas del Sacromonte (aquí en Granada). Entre las aves que observamos de reojo (ya que esta no era una jornada ornitológica, pero no dejábamos pasar la oportunidad de sumar alguna especie a nuestra lista), se encontraban el Colibrí Gigante-Giant Hummingbird (Patagonia gigas), que nos dejó una breve observación, que realmente recuerda a un Vencejo en su estructura y forma de volar, así como una hembra de Colibrí Verde de Cola Larga - Long-Tailed Trainbearer (Lesbia nuna). También tuvimos una breve observación de un Semillero de Pico de Oro ó Band-tailed Seed-eater (Catamenia analis); así como algún que otro Vencejo Andino - Andean Swift (Aeronautes andecolus). Algo muy interesante además, fue la observación de una especie de avispa gigante, al menos de 4cm de largo, de la que no se el nombre.


El recorrido por estas ruinas era muy divertido, recorriendo un estrecho sendero, atravesando algún tunel, grandes paisajes y vistas, pero la altura hacía de la experiencia algo realmente extenuante. Subíamos aquellas escaleras y terminábamos literalmente sin respiración.


Desde allí continuamos la ruta por sus típicas carreteras con continuos baches y badenes, que hacían interminables recorridos de pocos kilómetros. Finalmente llegamos a Ollantaytambo, donde haría noche, para visitar sus ruinas esa misma tarde... 


Algo que me llamó mucho la atención fue que justo a la entrada de las ruinas, como es costumbre, hay un mercado lleno de gente vendiendo productos típicos de artesanía, souvenirs y guías históricas sobre Ollantaytambo. Nuestro guía se acercó a una señora que vendía una de ellas y le dijo "Préstemela manita" y sin rechistar la mujer se la ofreció. Con esta guía nos estuvo ilustrando algunos detalles que no eran tan fáciles de ver sobre el terreno, como podían ser las caprichosas formas de la roca, vistas aéreas, etc. que se muestran en el vídeo que tomo prestado un vídeo explicativo del youtube. Y al finalizar la visita, devolvió su libro a la señora y sin problema. No me podría imaginar que algo así pudiera ocurrir aquí en España y pongo el ejemplo de la Alhambra que me toca de más cerca. Diferimos en mucho más de lo que parece a simple vista...






Aquí, se habla de la importancia de este lugar en el siglo XV, durante el gobierno del Inca Pachacutec (probablemente el más importante de todos ellos). Ollantaytambo significa en la lengua Quechua (lenguaje empleado en el reinado Inca y muy vigente en la actualidad en la zona central del país), "lugar de descanso" (=Tambo) de Ollanta, que era un general del mencionado reinado de Pachachutec. La historia se cuenta mejor en el vídeo, así que yo me voy a limitar a destacar aspectos gastronómicos y naturales de este polvoriento e interesante pueblito.


Mientras subíamos sin resuello aquellas escaleras, atravesando los distintos "Andenes", que nosotros denominamos "terrazas", tuvimos la ocasión de disfrutar de nuevo, aunque esta vez más pausadamente del Colibrí Gigante,


Colibrí Gigante-Giant Hummingbird (Patagonia gigas). Es el único colibrí que podría capturar en vuelo pasando sobre mí. Esta foto no corresponde a ese día.


así como del Colibrí de Vientre Blanco ó White-bellied Hummingbird (Amazilia viridicauda). 


Como de costumbre a las 18h se ocultó el sol. Nos alojamos en un acogedor hostal junto a la plaza del mercado y fuimos a cenar a un curioso restaurante en la plaza de armas, cuya principal característica, según la guía, decía ser la comida sana. El lugar tenía su historia, ya que estaba regentado por una Americana que llevaba a cabo una obra social que consistía en adopción y buena alimentación de niños pobres, con lo que los beneficios del negocio iban para la obra. Desgraciadamente, a pesar de lo que decía la guía, la comida no era demasiado sabrosa, la noche siguiente comimos bastante mejor.


Y nos fuimos a dormir pronto, ya que al día siguiente Steve nos recogía a las 6:30 para ir al Abra Málaga.


Continuará....

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